"Que tu alimento sea tu medicina"
Hipócrates
Hasta hace poco, levantarme descansada, sin tensión, sin
alergia o sin dolor de cuerpo, era una maravilla que rara vez me pasaba; cuando
me levantaba sin malestar me sentía increíble y podía hacer mil cosas en un día. Sin embargo,
mi realidad era despertar con dolor de cuerpo,
alergia, tos! (y eso que dejé de fumar hace años), sin contar con los dolores
de cabeza y la migraña: un fin de semana si y el otro también. Hablando con amigas me enteré
que a eso se le llama “tener más de 30”.
Cuando Chevi y yo empezamos a investigar sobre los batidos verdes y su
impacto en la salud, leí mucho sobre el tema, y la verdad, al principio estaba
bien escéptica porque esa información no se parecía en nada a lo que había aprendido
y leído desde que estudiaba Nutrición, mi “chip”
Nutricionista-dietista-occidental-standard me decía que no podía funcionar, ¡No
podía ser así de fácil!
Venciendo la resistencia de mi “chip” seguí investigando, empecé a
encontrar mucho sentido en las cosas que leía, como por ejemplo el efecto de los
antioxidantes, el impacto de la nutrición en las células (y tejidos y órganos) y los efectos en la salud de la dieta
occidental tradicional. ¡Poco a poco me iba gustando la idea!,
hasta que me decidí a probar.
Haciendo un poco de esfuerzo modifiqué varios hábitos: cambié el café por té
verde, dejé los lácteos, me cambié a los carbohidratos integrales (al 100%), me aseguré de tomar mucha agua e infusiones detox durante el día, practiqué meditación antes de dormir y
para complementar comencé a tomar los batidos. Resultó más fácil de lo que creí, porque comencé con 60% de fruta y 40% de verduras para ir invirtiendo los porcentajes poco a poco, eso aseguró el buen sabor de los batidos mientras mi paladar se iba acostumbrando.
Después de una semana, me di cuenta de que lo primero que se me corrigió fue el estómago, ¡No más
estreñimiento o irregularidad! Me convertí en un reloj. También me fijé en que tenía
menos antojos durante el día, ya no me provocaban tanto los dulces a media tarde, noté que el sabor de las comidas se sentía más intenso, así que le dije "adiós" a los sazonadores y mi ansiedad se había reducido muchísimo.
Tres meses después, tengo más energía que antes, me concentro mejor, duermo bien, me despierto con
energía, estoy más activa física y mentalmente, los dolores de cabeza casi han desaparecido, los resfríos me duran poquísimo; lo mejor es que mi piel ha mejorado mucho, se siente
más limpia, suave y las manchas se están borrando. Tomar los jugos verdes Detox ha sido una de las mejores
decisiones que he tomado, porque puedo SENTIR el resultado. Me siento mil veces mejor que antes, y esto es solo el principio.
Lo que hice fue iniciar un proceso que involucró a los batidos, fuerza de voluntad, algo de esfuerzo y decisión para el cambio de hábitos; si queremos ver
resultados profundos hay que hacer cambios profundos, principalmente en la
alimentación pero también
en los demás aspectos de nuestra vida: hay que ejercitarnos, relajarnos,
aprender a callar la mente, a sosegar el alma, tenemos que querernos y
valorarnos, debemos comprender que somos Cuerpo-Mente-Alma, una unidad
indivisible y que cuando una de esas partes sufre las otras dos se enferman.
Encontrar el equilibrio es más fácil de lo que pensamos,
pero hay que estar dispuestos a hacer cambios profundos y dejar atrás los
hábitos y comportamientos negativos. A veces es un cambio que nos parece muy
difícil, pero el beneficio es tan grande y el bienestar es tan real que vale la
pena.
Te animas? Súmate! Cada vez es más gente la que decide conquistar
su bienestar!
Cariños!
Cheva y Mayra
El Equipo de Nutritherapy Solutions
Eso es muy cierto Mayris, hace poco he comenzado con ese excelente hábito de comer sano y verde y realmente he sentido un súper cambio, es una disciplina definitivamente, pero muy buena para el cuerpo...:)
ResponderBorrarGenial! A probar, suena saludable!!
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